TECNICAS DEL CONSEJO ORIENTADOR AL SERVICIO DE LA TUTORÍA
Existen
algunas técnicas que se usa en el área académica con respecto a la tutoría: esta
la entrevista, la observación de la conducta del alumno, los cuestionarios y
tests.
Con
respecto a la entrevista esta permite que la relación tutor - alumno sea más
cercana y profunda a través del dialogo, estableciendo relaciones personales;
permitiendo que el alumno se dé a conocer e inicie un proceso de
autoconocimiento. Cuando se habla de relación tutor-alumno se entiende como
encuentro y la relación que se establece entre personas, ella responde a
necesidades mutuas, estímulos y es facilitada por actitudes positivas en el
modo de acercarse al otro, entre ellas están la autenticidad y sinceridad para
consigo mismo, la consideración positiva incondicional del otro, la comprensión
empática que permitirá entrar en su mundo. Aquí la relación va depender del
tipo de personalidad que cada uno tenga bien para facilitar o dificultar la
entrevista.
La
entrevista tiene algunas características y finalidades: es importante poner en
contacto al tutor con los alumnos y sus padres, facilitar información relevante
sobre la vida del alumno, ayudar a clarificar actitudes y dificultades de este.
Es
de suma importancia que el tutor antes de la entrevista crea un clima de
confianza y deje claro el por qué y el para qué de ella. Se debe tener en
cuenta que la relación tutor-alumno es asimétrica y cuidar la cercanía, la cordialidad y el
respeto. El tiempo dedicado debe ser total sin interrupciones y debe haber un guion
preparado, para ello es importante elegir un ambiente adecuado, tranquilo y
aislado y se debe dejar constancia de lo tratado en un resumen o ficha en la
que se recojan los datos obtenidos en la entrevista.
Con
respecto a la Importancia de la observación para el conocimiento del alumno. Es
una técnica con un procedimiento básico para obtener datos sobre ellos. Se utiliza
como uno de los mejores medios para conocer lo que hace, piensa o siente, y, de
acuerdo con ello, realizar la actividad. Esta complementa la información
obtenida por otros medios.
Existe
unos requisitos para una buena observación: es importante planificar el
objetivo y no quedarse en lo anecdótico, ir a lo importante, percibir lo
observado en su totalidad sin que se escapen los detalles importantes. Se debe
ser objetivo. Es imprescindibles separar los hechos de su posible interpretación,
que se hará más adelante. Comprobar las observaciones con otros observadores.
Anotar las observaciones de forma concisa utilizando instrumentos para
sistematizar, cuantificar y conservar los resultados.
Como
en la entrevista en la observación también hay posibilidades y límites: caer en
un subjetivismo por parte del observador (sus experiencias, sus actitudes, su
modo de ver y acercarse a los otros), otro es proyectar una mentalidad de
adulto al juzgar la conducta de niños y jóvenes. Generalizar el juicio positivo
o negativo que se tiene sobre algunos de los rasgos de la personalidad. La
necesidad de constancia en el anotar los hechos y en el de contrastarlos con
los de otros profesores para confirmar o rectificar los resultados.
Existen
algunas técnicas de observación los más conocidos son: los anecdotarios
(carácter acumulativo, se forman recogiendo acontecimientos significativos de
la conducta del estudiante, ya sean positivos o negativos. Esto cuenta con
cuatro criterios objetividad, brevedad, claridad y precisión). También están las
listas de control (se trata únicamente de indicar cualidades o rasgos de
conducta si se dan o no en cada uno de los alumnos pueden ser individual o
grupal) y las escalas de evaluación (válido para observar y describir la conducta
de los alumnos, implica una estimación cuantitativa que refleja el juicio del
observador. Hay tres tipos de escalas: numéricas, gráficas y descriptiva).
En
referencia a los cuestionarios y los tests tienen características generales.
Ambos son técnica para obtener datos, el cuestionario es un conjunto de
preguntas previamente seleccionadas para conseguir la descripción de algunos
aspectos o rasgos de la conducta, con alternativas de “SI, NO”; mientras que el test es una prueba experimental
científicamente elaborada y mide objetivamente una muestra de conducta o una
característica de un sujeto. Ambas brindan información sobre el problema que
nos interesa en poco tiempo.
Los
cuestionarios recogen opiniones subjetivas sobre creencias y actitudes del
alumno. Debe tener preguntas claras y un vocabulario adecuado al nivel cultural
de los alumnos, con la finalidad que se entienda el sentido de la pregunta. Mientras
que los test deben reunir tres condiciones fundamentales: validez (medir
realmente lo que dicen medir), fiabilidad (cuando las medidas resultantes en la
aplicación del mismo son constantes) y tipificación (cuando existen unas normas
estandarizadas que nos permiten establecer comparaciones de las puntuaciones
obtenidas por los sujetos a los que se aplica el test). Su objetivo básico es
la descripción y medición de las diferencias individuales.
Su utilización en el campo educativo
es muy amplio y variado. El uso adecuado ofrece una contribución significativa
para la orientación de los alumnos, ya que aporta datos útiles cuando se
contrastan con los obtenidos de otras fuentes y con otras técnicas. También se
obtiene información, de manera sistemática y controlada, sobre aquellos
aspectos del sujeto que se desea conocer: las aptitudes generales como
específicas, datos para el diagnóstico de fracasos escolares, para la
orientación profesional, para poner de manifiesto distintos aspectos de la
personalidad individual. Funciona también como un medio de autorreflexión o de
estímulo para que el alumno se interese por sus propias cualidades y su
personalidad.
Es
importante señalar que los resultados de un cuestionario o test no pueden
interpretarse aisladamente, sino a partir de todos los demás datos acerca del
alumno. Esto nos evitara llegar a conclusiones erróneas. El psicólogo sin el
tutor, fácilmente puede equivocarse. El tutor posee siempre una información no
estandarizada, insustituible para el aconsejamiento de un alumno.
Dentro
del rol del tutor pueden darse algunos problemas: Nivel de expectación y
posibilidades reales.- se da cuando las expectativas del sujeto, o de sus
padres, es mayor a las posibilidades reales, se plantea el problema de reducir
a su justo medio aquel nivel de aspiraciones. En realidad esto no es difícil y
puede ser bien conducido el diálogo cuando se plantea a nivel de
alumno-profesor; el problema se complica cuando es el nivel de expectación de
los padres lo que hay que ajustar.
Cuando
hay un nivel de expectación padre-hijo.- puede plantearse una grave
discrepancia entre el nivel de expectación de los padres y el del hijo. Es
preciso intentar armonizar y aproximar ambas posiciones y, en caso de ser
posible, satisfacerlas.
Antinomia
vocación y aptitudes específicas.- Cuando esta discrepancia es esencial, quizá
se pudiera aconsejar al sujeto que orientase su ocupación hacia aquel grupo de
profesiones para las que posee buenas aptitudes y ciertas disposiciones, y
dedicase su tiempo libre a aquel lo que tan poderosamente le atrae.
Discrepancia
entre lo que se vale y lo que se realiza.- Es importante notar la existencia, o
no, de esta discrepancia, que habrá de verse acentuada en el momento de
entregarse a una ocupación, y en unas circunstancias tan distintas a las que en
la escuela, e incluso en los estudios medios o superiores, le rodean.
Finalmente otros problemas son la discrepancia entre aptitud, actitud y salud,
Mutabilidad vocacional, Mutabilidad de profesiones y técnicas profesionales.
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