Sobre gustos y colores no han escrito los autores

Resulta complejo hablar sobre los gustos de cada individuo, así como sobre la orientación sexual de cada persona, entendiéndose ello como la atracción afectiva, erótica y sexual hacia el otro. Ello, debido a que existen diversidad de orientaciones sexuales, como heterosexuales, homosexuales, bisexuales, asexuales y pansexuales. Sin embargo, la orientación sexual continúa siendo un tema controversial y hay personas que consideran que desviarse de la heterosexualidad es incorrecto. Pero ¿en qué nos basamos para afirmar que la heterosexualidad es lo correcto? ¿Quiénes somos nosotros para privar el derecho de amar a alguien?

En diferentes estudios se ha demostrado la inefectividad de las “terapias de conversión” para personas homosexuales, puesto que no se puede cambiar la orientación de la persona, a pesar de eliminar la reacción sexual de esta. Esto demuestra como la homosexualidad va más allá la atracción erótica, implica una atracción afectiva hacia la persona de su mismo sexo. Relacionado a ello, podemos ver que es totalmente diferente hablar de relaciones sexuales y genitales, ya que en la genitalidad intervienen los órganos fisiológicos que tenemos desde que nacemos, pero en las relaciones sexuales intervienen factores psicoemocionales que permiten que generemos un vínculo autónomo y singular, lo que nos hace diferente de los animales, debido a que la neurobiología interviene fundamentalmente.

Actualmente vivimos en una sociedad heteronormativa, lo cual se evidencia en la práctica clínica, por ejemplo, cuando los padres vienen a consulta, preocupados por la orientación sexual de sus hijos/as, a pesar de que dicen ser capaces de aceptar la homosexualidad en los otros. De esta forma, podemos ver en nuestro día a día que la homosexualidad se sigue considerando un tema tabú, que carga consigo un estigma social. Sin embargo, lo “normal” respecto a la sexualidad ha ido variando a lo largo de la historia; por ello, en lugar de encasillarnos en lo que en estos últimos años se ha considerado “normal”, es importante reconocer que la diversidad enriquece nuestra sociedad, dando paso a nuevas perspectivas.

Una mirada diferente y con más apertura nos permitirá mirar lo valioso que hay en nosotros mismos y en el otro, aceptándonos y respetándonos, para ser capaces de expresarnos libremente y amar sanamente, disfrutando el derecho de amar. Finalmente, ¿para qué estamos en este mundo? ¿para juzgar lo que amamos o para amar genuinamente y formar vínculos autónomos?

Escrito por: Castro Santana, Natalia; Fernández Jara, Lis; Marreros Tananta, Jaime

Comentarios

ARMANDO ha dicho que…
Tan cierto la verdad, pero la sociedad nunca va estar preparado para esto siento que la mentalidad de las personas en todo el mundo en si sigue siendo la misma basura de buscar ideologías perfectas, pero lamentablemente eso nunca va existir aunque lo querramos ver diferente, solo es aceptar la realidad de muchos y muchas así de simple.

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